Sistemas de carga modular para vehículos eléctricos: la clave para una electromovilidad sostenible en Chile
La Universidad Católica desarrolló un innovador sistema de carga modular que reutiliza baterías de segunda vida y evita la sobrecarga de la red eléctrica. La solución, financiada por ANID, se proyecta como un paso estratégico hacia la economía circular y la carbono neutralidad.
Investigadores de la Pontificia Universidad Católica diseñaron un sistema modular con baterías de segunda vida y gestión inteligente de energía, capaz de entregar carga rápida a los autos eléctricos sin generar excesos de consumo. El sistema desarrollado por académicos del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Pontificia Universidad Católica representa un avance significativo en infraestructura de carga. Cada módulo se basa en un transformador de media frecuencia de tres puertos que permite flujos multidireccionales de energía entre la red eléctrica, las baterías del cargador y el vehículo. Esta configuración modular permite agregar tantos módulos como sea necesario para alcanzar la potencia requerida, logrando una eficiencia cercana al 99%.
La arquitectura modular ofrece ventajas críticas para el despliegue de infraestructura de carga. Permite iniciar operaciones con configuraciones más pequeñas y económicas, escalando gradualmente según la demanda sin necesidad de reemplazar el sistema completo. Además, proporciona redundancia ante fallas en bloques individuales, manteniendo la operatividad del sistema incluso cuando algún componente presenta problemas.
El aprovechamiento de baterías desechadas que conservan entre 70 y 80% de su capacidad original constituye un ejemplo concreto de economía circular aplicada a la tecnología energética. Este enfoque no solo reduce residuos, sino que optimiza recursos existentes antes de que lleguen a su etapa final de reciclaje. La compatibilidad del sistema con fuentes de energía intermitentes como paneles solares o turbinas eólicas aumenta su sostenibilidad, ya que al no requerir grandes volúmenes de potencia en momentos específicos, la estación puede cargarse gradualmente con energías renovables.
Con 14.795 vehículos eléctricos comercializados en el primer semestre de 2025 en Chile, equivalentes al 10,5% de las ventas totales, la relevancia de estos sistemas modulares se proyecta hacia los próximos cinco a diez años, cuando las baterías de los vehículos vendidos desde 2020 comiencen a completar su primera vida útil. La Ley de Responsabilidad Extendida del Productor ya considera las baterías como producto prioritario, obligando a fabricantes e importadores a gestionar su recolección y reciclaje.
La tecnología modular con baterías de segunda vida no solo responde a necesidades actuales de infraestructura de carga, sino que anticipa desafíos futuros, adaptando conceptos globales a las condiciones específicas del mercado local. Sectores como la minería podrían beneficiarse de estas alternativas para acelerar la transición hacia operaciones carbononeutrales. Este desarrollo demuestra cómo la sinergia entre academia e industria puede transformar investigación en soluciones tangibles que fortalecen la infraestructura energética del país, combinando innovación tecnológica, eficiencia operativa y responsabilidad ambiental.
- Advertisement -
- Advertisement -