La actividad minera subterránea continúa suspendida por instrucción del Servicio Nacional de Geología y Minería, sin un plazo definido para su reanudación.
Las operaciones en la mina El Teniente de Codelco permanecen completamente paralizadas desde el derrumbe del 31 de julio, que dejó seis trabajadores fallecidos y nueve heridos. Desde la tragedia, considerada la más grave del siglo en la estatal, la suspensión de actividades ha generado pérdidas cercanas a los US$9 millones diarios, según estimaciones de expertos del sector.
De acuerdo con el director ejecutivo de la consultora Plusmining, Juan Carlos Guajardo, el alto impacto económico responde a la escala productiva de la división. “El Teniente produce 950 toneladas de cobre por día, por lo que, considerando un precio del cobre de US$4,5 por libra, se estima una pérdida diaria de aproximadamente US$9 millones”, señaló.
El retorno a la actividad no tiene aún fecha definida. El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) mantiene vigente una medida provisional de suspensión, mientras avanza la investigación para determinar las causas del accidente.
Una división clave para Codelco
La importancia estratégica de El Teniente dentro de la estructura productiva de Codelco es indiscutida. Se trata de la mina subterránea de cobre más grande del mundo y concentra el 15,5% de las reservas de la estatal, con 1.057 mil toneladas. En 2024, la empresa produjo 1.328 mil toneladas métricas finas (ktmf) de cobre, una leve alza respecto del año anterior, y parte de ese volumen provino de esta operación.
No obstante, ya venía enfrentando desafíos en su desempeño. En 2023, estallidos de roca forzaron la reducción del área operacional, mientras que durante mayo y junio de este año los frentes climáticos interrumpieron temporalmente la operación en la mina rajo Sewell y en la planta concentradora.
Impacto en proyectos estructurales
Más allá de las pérdidas inmediatas, analistas advierten que la tragedia podría alterar los plazos de ejecución de proyectos estructurales clave para el futuro de la división, como Andesita, Andes Norte y Diamante. El primero, que se encuentra a 900 metros de profundidad y alcanzaba un 64% de avance al cierre de 2024, ya arrastraba retrasos frente a su calendario original.
Según Manuel Cordero, líder de planificación de GEM Mining Consulting, las consecuencias podrían ser significativas. “Podría producirse un retraso de entre 50 y 150 mil toneladas métricas finas (ktmf) de cobre. Este volumen no se pierde, pero sí se difiere en el tiempo, lo que genera un impacto financiero al valor presente de esos ingresos. La afectación económica se ubicaría entre US$6 millones y US$30 millones”, estimó.
Alza en el precio del cobre
El accidente también tuvo repercusiones inmediatas en los mercados. El lunes, el precio del cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres subió un 0,6%, hasta los US$9.692 por tonelada métrica, impulsado por los temores a una caída en la oferta mundial.
Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank, explicó que “la detención de operaciones en El Teniente es vista como un riesgo para la oferta global, lo que ha dado soporte a los precios, incluso en medio de señales mixtas desde las economías desarrolladas”.
Por el momento, Codelco ha señalado que no es posible cuantificar plenamente los efectos de esta paralización, ya que dependerán de la duración y alcances de la medida.