El economista Juan Ortiz, del Observatorio del Contexto Económico de la UDP, descarta un escenario de recesión para América Latina, aunque advierte impactos en México y posibles ajustes en el crecimiento de Chile. El país, señala, cuenta con herramientas fiscales y diplomáticas para enfrentar el nuevo panorama global.
Frente al reciente aumento de medidas arancelarias unilaterales por parte de Estados Unidos, el economista senior del Observatorio del Contexto Económico (OCEC) de la Universidad Diego Portales, Juan Ortiz, sostuvo que no se prevé una recesión inminente en América Latina, aunque México será el país más afectado dada su alta dependencia del comercio con EE.UU. Para Chile, el impacto será más acotado, gracias a la exclusión de productos clave como el cobre y a su bajo nivel de exposición directa. Sin embargo, Ortiz subraya la necesidad de seguir diversificando la matriz exportadora y monitorear con cautela la evolución de la economía global.
Aunque la economía mexicana podría resentir con mayor intensidad los efectos de las nuevas tarifas, por su profunda vinculación con el mercado estadounidense —más del 80% de sus exportaciones van hacia ese país—, Ortiz asegura que no se vislumbra una recesión en lo inmediato. “Eventualmente México va a ser el país que tendrá mayor impacto, pero no se estima que entre en recesión económica”, indicó el especialista.
En el caso de Chile, la situación es distinta. A pesar de que Estados Unidos representa el segundo socio comercial del país, con cerca del 16% de las exportaciones, alrededor del 50% de esos envíos no están afectados por los aranceles. “Existen exclusiones relevantes como el cobre, productos minerales y madera”, explicó Ortiz, lo que limita el efecto directo sobre las exportaciones chilenas.
El economista añadió que Chile dispone de herramientas fiscales y monetarias para reaccionar si fuera necesario. “El país todavía mantiene cierto nivel de ahorro público en relación con los fondos soberanos, lo que permitiría aplicar políticas contracíclicas en caso de un deterioro significativo de la actividad”, afirmó. No obstante, enfatizó que no es prudente reaccionar ante datos puntuales, sino que se requiere una evaluación continua del contexto internacional.
Diversificación comercial y cautela fiscal
Respecto al impacto en la inflación, Ortiz reconoció que la reciente depreciación del peso —que ha alcanzado niveles cercanos a los 990 pesos por dólar— podría generar efectos de corto plazo, sobre todo a través de ajustes en la UF. Sin embargo, consideró que estos efectos serán acotados y que no deberían alterar la tendencia a la baja de la inflación durante el segundo semestre del año.
Finalmente, el economista destacó la necesidad de profundizar relaciones comerciales con otras economías como India y Emiratos Árabes Unidos, y de fortalecer los canales diplomáticos en instancias como la Organización Mundial del Comercio (OMC), en los que “Chile no tiene capacidad de retaliación económica directa, pero debe seguir apostando por una estrategia de diversificación y apertura hacia nuevos mercados que le permita amortiguar los efectos de la actual recalibración del comercio internacional”, concluyó.
Ortiz también abordó la situación del sector minero, señalando que, si bien el cobre está excluido de los nuevos aranceles, la caída en su precio —por debajo de los 4 dólares la libra— refleja una menor demanda externa, especialmente desde China. A su juicio, las expectativas de crecimiento en ese país (estimadas entre 4,5% y 5%) serán determinantes para proyectar el comportamiento de esta industria clave para Chile.
En cuanto al comportamiento de los inversionistas, el economista observó una inclinación hacia activos considerados refugio, como el oro, el dólar y ciertos instrumentos de renta fija. Aunque evitó emitir recomendaciones concretas, subrayó que este patrón es característico de los periodos de alta incertidumbre, como el actual.
Por último, valoró los esfuerzos del gobierno chileno por convocar espacios de diálogo técnico. “Me parece positivo que se haya anunciado una reunión con exministros de Hacienda y representantes del Banco Central. Esta es una señal de responsabilidad para evaluar con profundidad los posibles escenarios y diseñar respuestas proporcionales, sin sobrerreaccionar a la coyuntura”, concluyó Ortiz.